Cero emisiones, ruido casi nulo y movimiento, contacto y emoción instantáneos. Gracias a la
energía eléctrica, ir en moto nunca había sido tan fácil ni tan divertido.
Horas de mantenimiento, costosos cuidados del motor, desconcertantes opciones posventa: TODO
ESTO DESAPARECE. Simplemente sensaciones y placer de pilotaje sin filtros. Desde modelos
ajustables que «crecerán» con los pilotos jóvenes hasta prestaciones de competición y fiabilidad
duradera: girar el acelerador, avanzar y disfrutar.